¿Qué pasa cuando pierdes la confianza en ti mismo, en los demás, en todo lo que te rodea?. El mundo se vuelve un lugar frío y sin sentido, lo mires por donde lo mires. No hay nada que puedas hacer. Te lanzas a la calle con tu chaleco antibalas invisible, e ingenuos que somos, pensamos que así nada ni nadie puede hacernos daño. Pero nos lo hacen... ¡y de que forma!.Entonces, aunque sabes que no deberías volver atrás, te retractas y vuelves a creer en algo, en alguien, incluso con el tiempo, vuelves a creer en ti mismo. Vuelve la confianza, necesaria para ser quien eres, para poder seguir adelante. Muchas veces vuelve por el propio egoísmo, porque necesitamos sentirnos queridos y tener alguien en quien apoyarnos. Porque aunque unos te hagan daño, otros muchos están contigo ahí, aunque a veces no los sientas todo lo cerca que te gustaría, aunque a veces no puedas verlos... Aun así sabes que harás el esfuerzo de encontrarles, que vas a conseguir ver en sus ojos lo que estás buscando. Sentir su apoyo con tan solo una mirada...





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